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Preguntas Frecuentes

¿POR QUÉ SON ESPECIALES LAS AGUAS MINERALES?

Las aguas minerales se consideran un recurso “hidromineral” de origen subterráneo, generalmente de circulación profunda, lo que propicia unas características físico-químicas (grado y tipo de mineralización, temperatura) que las diferencian de otras aguas. Su mineralización y temperatura están estrechamente condicionadas por las propiedades geológicas de los materiales que atraviesan y a través de los cuales alcanzan la superficie, bien sea directamente en fuentes naturales o mediante perforaciones en acuíferos.

Es precisamente, su larga permanencia en el terreno lo que origina que hayan estado sometidas a procesos físicos y químicos de interacción con la roca que constituye el acuífero en condiciones de pH y potencial redox diferentes de las de la superficie, y que puedan haber intercambiado materia con el medio sólido, disolviendo unas sustancias y precipitando otras, o incorporando sales de formación de los terrenos que van atravesando; además pueden incorporar gases de procedencia endógena, como el CO2.

¿CÓMO SE ASEGURA LA PROTECCION DE LAS AGUAS MINERALES?

El perímetro de protección es una figura legal, por la que se instaura un dere¬cho para salvaguardar las aguas de un acuífero, tanto en calidad como en cantidad. Consiste en una superficie que la administración establece alrededor de la captación de agua, en la cual las actividades humanas que puedan alterar las aguas se restringen o prohíben. En concreto dentro de perímetro de protección se limitan o prohíben actividades potencialmente contaminantes (protección de la calidad) o la extracción de agua del mismo acuífero (protección a la cantidad).

Cabe indicar que en algunos casos el perímetro de protección se solapa con espacios protegidos ya establecidos. A veces, cuentan con la protección natural que les otorga su origen profundo y que dependiendo de la geología aumenta la protección de estos espacios ante una potencial contaminación desde la superficie.

¿QUÉ DIFERENCIA UN AGUA “MINERAL NATURAL” O “DE MANANTIAL” DEL AGUA DEL GRIFO?

La principal diferencia radica en que el agua de grifo puede consumirse con las garantías administrativas de potabilidad pero no tiene por qué tener una composición química constante, pureza en origen ni poseer beneficios para la salud; características por las cuales la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria define al agua Mineral Natural como un producto alimenticio.

Si nos remontamos al origen de las aguas minerales envasadas vemos como en un principio estuvieron ligados a los balnearios (aguas minero-medicinales). Con el paso del tiempo se produce una evolución conceptual para dar paso de un “agua medicamento” a “agua de mesa”.

Existe otra categoría llamada Aguas de Manantial las cuales no precisan de tratamiento pero que no garantizan la composición estable de su composición química razón por la cual no figura en su etiqueta.

Las singularidades que hacen diferenciable al agua mineral natural del agua potable normal y que se recogen en el CODEX ALIMENTARIUS (CEE), son:

  • a) El contenido de determinadas sales minerales y sus proporciones relativas, así como por la presencia de oligoelementos o de otros constituyentes;
  • b) Se obtiene directamente de manantiales o fuentes perforadas de agua subterránea procedente de estratos acuíferos, en los cuales, dentro de los perímetros protegidos deberán adoptarse todas las precauciones necesarias para evitar que las calidades químicas o físicas del agua mineral natural sufran algún tipo de contaminación o influencia externa;
  • c) Su composición y la calidad de su flujo son constantes, teniendo en cuenta los ciclos de las fluctuaciones naturales menores;
  • d) Se recoge en condiciones que garantizan la pureza microbiológicas original y la composición química de sus constituyentes esenciales;
  • e) Se embotella cerca del punto de emergencia de la fuente, adoptando precauciones higiénicas especiales;
  • f) No se somete a otros tratamientos que los permitimos por la normativa vigente.

En resumen se podría decir que su singularidad es la consecuencia del hecho de tener su origen en un estrato o yacimiento subterráneo, la conservación intacta de su naturaleza y su pureza original, y la constancia química en el tiempo. Esta es la razón por la que cada agua es diferenciable por su composición, es decir, tenga personalidad propia.

¿PUEDEN SER SOMETIDAS A TRATAMIENTOS LAS AGUAS MINERALES ENVASADAS?

Este tipo de aguas minerales no son tratadas. Tan solo le están permitidos unos procesos, regulados por ley, siempre que no modifiquen la composición de aquellos constituyentes que le confieren sus propiedades esenciales.

A las aguas minerales naturales y aguas de manantial, se permite la oxigenación, decantación y/o filtración para la separación de elementos inestables, tales como el hierro, azufre y otros, siempre que dicho tratamiento no persiga modificar la composición de aquellos constituyentes del agua que le confieren sus propiedades esenciales. Se permite también, en este tipo de aguas, la adición o eliminación de anhídrido carbónico, así como la separación de compuestos de hierro, manganeso y arsénico por aire enriquecido en ozono. Se admiten los efectos derivados de la evolución normal del agua durante la conducción y envasado, tales como variaciones en la temperatura, radiactividad, gases disueltos, etc. Queda prohibido todo tratamiento esterilizante o desinfectante del agua (microfiltración esterilizante, cloración, rayos ultravioleta, etc.).

¿TODAS LAS AGUAS ENVASADAS SON MINERALES?

No, existen aguas envasadas a disposición del público que no son minerales. No obstante en España casi toda el agua envasada es mineral natural, tanto en número de marcas como en volumen de agua. El agua mineral “de manantial” y otras aguas envasadas no minerales son minoritarias.

¿QUÉ AGUAS ENVASADAS SON “MEJORES”?

No se puede decir con rigor que un agua envasada sea mejor o peor que otra. Cada marca de agua mineral envasada tiene una concentración de minerales única que la distingue de las demás por lo que es el consumidor quien tiene que decidir cuáles de las aguas a su disposición son las más convenientes. En general personas con la tensión alta o lactantes deberían escoger aguas bajas en sodio y de mineralización débil. Por otro lado un deportista puede considerar que un agua mineral de mineralización fuerte es óptima para compensar la pérdida de minerales que produce el ejercicio.

Al final, la “mejor” es la que satisfaga adecuadamente los gustos de cada cliente.

¿ES LO MISMO UN BALNEARIO QUE UN SPA?

No. Una diferencia está en que los balnearios utilizan agua “minero-medicinales con fines terapéuticos” y/o “termales”, mientras que los Spas y otros establecimientos similares utilizan agua no mineral (agua de la red de abastecimiento, la mayoría de las veces). En general el agua mineral que emplean los balnearios es de mineralización muy fuerte, lo que potencia su carácter medicinal. En función de los minerales que predominan en el agua esta será más apropiada para tratar determinadas afecciones, como ocurre con las agua sulfídricas, que tienen especial valor para tratar problemas respiratorios como el asma. En los balnearios además el carácter sanitario del establecimiento se ve reforzado por la presencia de un director médico.

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