No existe una definición exacta y globalmente aceptada de lo que son las aguas minerales, de hecho en la legislación española no hay una definición general de las mismas, pero sí que se definen los distintos tipos de aguas minerales.
Cada una de las aguas minerales tiene un origen geológico distinto, que las otorga características físico-químicas y microbiológicas propias. En España la gran diversidad geológica se traduce en una alta variedad de aguas minerales, que en función de sus propiedades son destinadas a distintos fines: Las aguas minerales de bebida envasada son un excelente complemento para la dieta, las aguas minerales de uso tópico se emplean en balnearios con fines medicinales y por último determinadas aguas minerales con concentraciones elevadas de sustancias químicas tienen un uso industrial.